Ulises navegando
Distanciada por años y batallas
y estratagemas y navegaciones,
Ítaca se diluye en la memoria
de Ulises, que en la popa, pensativa-
mente mira el efímero recuerdo
de espuma que la nave deja al mar.
Se van desvaneciendo las murallas
de la ciudad, los templos soleados,
aquel dorado olor de la vendimia;
los rostros frecuentados están ya
descompuestos en ojos, y sonrisas
y pómulos confusos, que no logra
agrupar su memoria.
Ítaca apenas
es algo más que un nombre; sólo un nombre
en el que la esperanza se encastilla.
La idea central de poema es cómo el protagonista se va olvidando de Ítaca. Lleva tanto tiempo lejos de ella que poco a poco su recuerdo desaparece. Se desarrolla lentamente, como si fuese ocurriendo gradualmente a lo largo del viaje.
Uno de los recursos principales es el encabalgamiento, que aparece en varias ocasiones en el poema. El movimiento del personaje está marcado con ese romper la frontera del verso, que tiene un sentido significativo.
La adjetivación también es llamativa, y el más curioso es "dorador olor". Presenta una sinestesia, hace referencia al sentido olfativo y al de la visión. Otra construcción destacable es la de "efímero recuerdo de despuma", el cual es un adjetivo extraño, no es un recuerdo de la espuma, sino que está hecho de ella. Compara la estela del barco con la estela de los pensamientos.
En la segunda estrofa vemos una ejemplificación, desarrolla Ítaca y sus elementos, todo lo que no recuerda el protagonista.
Los últimos versos funcionan como colofón final, ya se ha olvidad por completo de todo, solo es un nombre, pero importante a pesar de todo, ya que es un símbolo de esperanza.
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