Una de las partes publicitarias fundamentales de un libro son los paratextos, es decir, el conjunto de textos de un ejemplar que no es la obra en sí.
Por una parte están las solapas, delantera y trasera. En la primera debe aparecer la biografía y demás información del autor. En ella figura su nombre, la fecha y lugar de nacimiento y muerte, sus obras más importantes, los premios que ha ganado esa obra en concreto (los más importantes), los géneros que cultiva y su formación académica. En la segunda solapa encontraremos información sobre otras publicaciones de esa editorial.
Hablando de las editoriales, encontramos dos tipos: por una parte están las que escogen los libros y los publican, y por otra parte la autoedición, en la que los autores pagan por editar. El lector tiene una predisposición diferente sobre ambas; se fía más de la primera que de la segunda, porque los textos han sido seleccionados y ya se les supone una calidad determinada.
Otro paratexto aparece en la contracubierta. Se trata de un texto breve resumiendo el libro que tenemos entre manos. Es estrictamente publicitario, y normalmente es el editor quien lo escribe. Es seductor y lleve llamar la atención.
Por último está la faja, una tira de papel impresa que se añade, suele ser coyuntural. En ella aparece una frase brillante, el número de edición por el que va ese libro, un premio determinado que ha ganado recientemente, o frases sacadas de la crítica por un medio más o menos conocido.
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