Migajas
En la edición del 22 de septiembre de 2012 del suplemento de moda del periódico El País apareció un reportaje en el que varios directores noveles daban su propia visión de los cuentos clásicos más populares. Es el caso de Juan Carlos Fresnadillo, que rescribió Hansel y Gretel, dándole un toque más siniestro y más humano.
Sinopsis: Hansel y Gretel no solo tienen que hacer frente a la bruja del bosque, también tienen que asimilar la cruda realidad: su padre prefiere abandonarlos en el bosque que contrariar a su madrastra.
Relato: “Tenemos que abandonarlos en el bosque”.
El susurro se convirtió en cuchillo y voló hasta llegar a los oídos de Hansel, escondido en las sombras de la oscilante luz de la casa, temeroso desde hacía varias noches de que su madrastra dijera el secreto más terrible que un niño puede escuchar. El niño sintió un tibio alivio cuando por fin lo siniestro se hizo palpable y se pudo tocar. Aunque hubo algo inesperado: entrever en la oscuridad el rostro de su padre, compungido y acobardado, aceptando el mandato de su mujer. Y fue entonces cuando sin remedio el cuchillo se clavó en el pecho de Hansel, con lentitud, al mismo ritmo que las lágrimas de su hermana Gretel cuando se atrevió a confesarle lo que acababa de escuchar…
Manos enlazadas con el padre, los hermanos aparentan no saber nada mientras se adentran por el bosque del abandono. Con la madrastra liderando una excursión inofensiva y Hansel, de nuevo a escondidas, echando migajas para dejar un rastro como estrategia para regresar a su casa. Aunque esta sea un infierno oculto de desamor y cobardía…
Solo en la infancia se puede aceptar algo así. No hay poder ni capacidad para hacer o luchar por otra cosa. Fingir es una cuestión de supervivencia.
Lo paradójico de esta amarga historia es que la fortuna tomará la forma de una bandada de pájaros que se comerá esas migajas. Haciendo desaparecer el rastro y enfrentando a los hermanos a una realidad aparentemente más terrorífica… una bruja tocada por la gula que se quiere preparar un gran banquete con dos corderitos tan deliciosos… la invocada bruja de todos los cuentos desplegando su habitual crueldad. Necesaria presencia para hacer crecer a nuestros pequeños héroes; forzando a Hansel y Gretel a luchar y tomar las riendas de su destino, a pelear contra un enemigo que no tiene secretos y manifiesta su maldad sin tapujos…
Porque quizás contra eso sí se puede luchar.
Si analizamos este texto, vemos que comienza con una oración en estilo directo, que más adelante descubrimos que ha sido dicha por la madrastra de los hermanos. A lo largo de la historia las referencias a cómo se sienten los niños, desde una perspectiva psicológica y metafórica, se hacen de manera contínua, para explicarnos cómo se sienten tras la traición de su propio padre.
Una parte esencial de este escrito es el final, cuando se nos relata cómo Hansel y Gretel se sienten liberados al enfrentarse con el mal en su propia forma, al poder reconocerlo y presenciarlo, en este caso la bruja. Se presenta como algo malvado, pero contra eso sí pueden luchar. En cambio, contra su propia familia, a la que ven bajo una capa de bondad, no pueden hacer nada, les pilla de imprevisto.
La función de este reportaje no es promocionar la moda, ya que los personajes que aparecen no son atrayentes, sino todo lo contrario. En cambio, lo que se busca es prestigiar la moda, estos directores le dan un aire intelectual al colaborar con la revista.
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